Siempre me gustó imaginar una vida imposible para una persona que se encuentra en mis circunstancias. En absoluto dispongo de la libertad que requiere la situación, y me duele, y me jode muchísimo.
Hoy no me reconozco, estoy tan realista, tan consciente de todo lo que me rodea. ¿Será que estoy madurando?
…
Pero como en todo hay dos partes. La que mitiga mis ansias de volar y de vivir la vida loca. Y la que me empuja por el precipicio de los sueños im-posibles.
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