31 enero, 2011


Recuerdo aquellos días de verano en los que soñar era nuestra forma de vivir.


Tan solo un instante para entender todo...
No creo que espere ya nada. El tiempo sigue pasando y cada día debería recordarte menos. Pero por suerte o desgracia creo que no es así. He pasado unas Navidades muy raras y de eso nadie ha sido consciente, por una vez, solo yo lo he sabido y solo yo lo he “sufrido”.

Me niego a pensar que no me recuerdas, que ni siquiera cuando estás viendo la televisión y sale ese anuncio… Esos instantes me hacen recapitular en la historia y en todo lo que nos rodeó algún día. Y jode no saber el por qué te marchaste, jode pensar que toda la culpa fue mía. Tu huída me ha hecho pensar tanto, le he dado tantas vueltas, solo deseo que al menos me recuerdes con un buen sabor de boca y que jamás, nunca jamás, me olvides. Creo que yo no lo haré.

Y siento que no puedo pasar página definitivamente, que no puedo borrarte de mi vida, que no puedo aceptar que no vas a volver a llamarme.  Y como una perfecta imbécil, porque eso es lo que soy, dejo el móvil encendido cada noche y cuando a veces vibra pienso que voy a leer en la pantalla tu nombre y que cuando te lo coja me vas a preguntar mientras susurras: ¿estás despierta?, entonces yo sonreiría y dejaría de lado mis sueños y mi cansancio para que habláramos. Pero ahora no. No. No. Y punto.

Y no haría falta que me despertaras porque las noches pasan largas y ni siquiera concilio el sueño bien. No sé qué pensar de ti. Ahora ya nada tiene sentido, nunca lo ha tenido. Todo fue lo que nunca será. Y me dará igual y  me iré directa a dormir, y dejaré de pensar, y dejaré las ilusiones y me aferraré a las decepciones. 







Hoy nuestros cuerpos se han exprimido como si estuvieran enfermos del cólera.

Al final nuestros bonitos ojos han quedado rojos, tanto como nuestros labios pintados. Escuchamos canciones que nos hacen recordar, canciones que han marcado una etapa en nuestra vida, canciones que al fin y al cabo duelen, pero qué canciones…

Pienso que lo estamos haciendo muy bien. Jamás pude imaginarme una forma mejor de llevar las situaciones que nos aparecen como muñecos de resortes en nuestras jóvenes y bellas vidas. Dejemos de pensar en los 100 motivos por los que lo pasamos mal y sufrimos y pensemos en los 101 que nos hacen sonreír, que siempre han estado ahí y que quizás nunca hayamos valorado.

No intentes vincularte a nada que te lleve a él. Esta vez no, créeme. Lo único que harás será retroceder 1000 pasos, y eso nunca sabe bien. En ese momento piensas que te controlarás y que sabrás manejar la situación, pero cuando vuelves a tu habitación roja y estás sola te das cuenta de que la has cagado y que ya no hay marcha atrás, porque has vuelto a caer. Y esta vez no lo permitiré.

Siempre fuimos dos seres demasiado volátiles, flotamos en sueños y fantasías que no siempre han salido como hemos querido… pero de lo que mucha gente que aparenta una eterna felicidad no es consciente, es de que todo esto nos hace fuertes, de que esto nos lleva a noches de aliento cálido y manos frías, noches largas, noches inquietas, sentimientos mezclados incluso trastornos extraños.

Pero da igual, porque un día alguien me enseñó algo, “no sentir”.

TE QUIERO.

23 enero, 2011

Love of lesbian- #Los colores de una sombra.

No sales nunca en las conversaciones,
entre nosotros nadie habla de ti,
es la verdad.

No digo esto para impresionarte,
veo aquellas horas descendiendo,
cada día un piso más.

Te he dedicado líneas sin sentido,
líneas que sin puntos son abismos,
te podrías asomar.

Sin dudar yo lo haría de ti.
¿Comprenderás si te hablo así?
¿Te ofenderás? Lo conseguí.
Ya no eres más que sombras.

Quizás te estoy mintiendo,
resulta que no puedo aceptar
que aún te eche de menos 
y que este menos vaya aún a más.

Y ahora miento casi siempre, 
todo el mundo lo hace,
engaño a otros y me engaño a mí.
¿Para qué diablos sirve la verdad?

Y mis naves ya se hunden
sólo al mencionarte,
naves que se hunden,
os saluda digno y roto el capitán.

¿Comprenderás si te hablo así?
¿Te ofenderás? Lo conseguí.
Ya no eres más que sombras.

Estás hablando para nadie,
basta, ¡cállate!
Estás perdiendo el juicio,
ya no hay nadie aquí.

Pero si me has escuchado,
vamos, ¡lárgate!
O quédate, mi sombra.
¿Y si a cambio te lo digo una vez más?

Ya ves, te estoy mintiendo,
ya ves, no lo he podido aceptar, 
que aún te eche de menos
y que este menos vaya aún a más.

Cada vez que te recuerdo viene a mí una imagen, 
éramos tú y yo de safari en el parque.

17 enero, 2011

QUEJAS DE UN TRISTE HABLANDO CON UN TRONCO.

Tronco de verdes ramas despojado,
que albergue en otra edad fuiste sombrío
y estás hoy al rigor de enero frío
tanto más seco cuanto más mojado,

dichoso tú, que en ese pobre estado
aun vives más feliz que yo en el mío;
infeliz yo, que triste desconfío
poder ser, como tú, de otro envidiado.

Esa pompa que ahora está marchita,
por aquella estación florida espera
que aviva flores, troncos resucita.

Forma el año su giro, y lisonjera
la primavera a todos os visita;
sólo para mi amor no hay primavera.

Eugenio Gerardo Lobo.









10 enero, 2011

“Entenderse sin oírse, quererse sin tactos, mirarse sin presencia, en los trasuntos de las personas que llamamos recuerdo, imagen, alma.”
                                                                                                           Pedro Salinas.

04 enero, 2011

-Tú eras tímido.
-Sí, sigo siendo.
-Jo, que bonico.
-Me caigo… voy a dormir ya.
-Ok, buenas noches.
-Buenas noches.
-¿Me das un abrazo?
-({)
-(})
-Mua.
-Mua.