19 mayo, 2012

Pablo, solo hay uno.


Constelaciones.



Polaroid.


Yo insistente.


Cierro los ojos: desaparece el mundo.
En el interior negro de mi cuerpo
Sigue mi yo sombrío sin cambiar de postura.
Ensimismado, mudo, impenetrable.
Asusta su silencio: es un reproche.

Abro los ojos: el mundo reaparece
Luminoso, diverso.
Pero mi yo persiste, no abandona.
Él es el que lo mira,
Él es el que proyecta
El mutismo obstinado, la frialdad distante
Que el mundo me devuelve implacable, severo.

 Ángel González.



A veces pasan cosas tan raras que asustan. Anoche ocurrió algo, intento recordarlo y solo miro mis ojos, pero no importa porque minutos más tarde hablábamos de las últimas palabras que nos diríamos el uno al otro si fuéramos a morir.

Las lágrimas caían solas, jamás podré calcar de nuevo esas palabras, porque fueron puras, tan puras que dolían. Sin embargo solo oí silencio al terminarlas.

Y algo dentro de mí se aparto de ese lugar. Me prometí que debía aprender a ocultar ciertas cosas, pero siempre volvía a caer mientras me juraba a mí misma que no debía volver a ocurrir.

Ni siquiera sé que límites sobrepaso ahora porque ni siquiera sé cuales son los límites.

Perdí el equilibrio mientras camina por la estrecha línea que divide mi parte en el mundo y mi parte junto a ti en el nuestro. ¿Qué dónde caí? Creo que a 18 de mayo de este 2012 es absurdo negarlo. Ese es mi fallo.



14 mayo, 2012

Aproximación - 13/5/2011



Ardió el colchón
Donde tu y yo
Mojamos nuestros flacos huesos secos
Tiritando y un amor tan prieto y dulce
Como no pensé que habría algo tan dulce en tu voz.

Pereza.