30 octubre, 2010



Love me tender.
Love me sweet.
Never let me go.
You have made my life complete.
 …
Love me true.
All my dreams fulfilled.
Love me long.
Take me to your heart.
For it's there that I belong.
And well never part.

De repente apago la música, no quiero escuchar nada que me desconcentre al hablar de ella. De lo que fue y lo que será siempre.

Tan coqueta, tan entrañable, tan cariñosa, tan amable… y así podría continuar líneas y líneas. Si. Hablo de mi abuela. De aquella que hace años nos dejó.

Apenas era una niña cuando todo sucedió pero lo recuerdo muy bien. ¿Cómo iba a olvidarlo? Era tan especial para mí.

Recuerdo todos los sábados. Los recuerdo y jamás los olvidaré. Era genial pasar el día en su casa. Recuerdo su olor, recuerdo sus manos, su rostro de porcelana, sus costumbres, su casa, sus fotos, su teléfono, su televisión, sus sillones, su cama, su baúl, sus gafas, su armario (qué precioso era ese armario) y cuantas cosas escondía, para mí abrirlo era como entrar en otro mundo, en otra dimensión, habían trajes, camisas, faldas, juegos, telas con las que me disfrazaba y jugábamos… Su estantería, con esa foto, la foto en la que siempre quedaron esos labios marcados, unos labios filiales y admiradores de esa persona tan especial para ella y para cualquiera, su padre.

Sigo haciendo memoria y recuerdo esa mesita, en ella estaban todas tus pinturas, carmines y un espejo. Allí te sentabas cada día a maquillarte. Me encantaba la “salita” allí estaban todos nuestros juguetes (de mi hermana y míos, erem “les teues xiques”). En la “salita” había una mesa a mano izquierda, bajo de ella juguetes; un mueble con tiradores originales, dentro de él recuerdos; dos sillones elegantes con un estilo ochentero hacían bastante ruido cuando los juntábamos para simular que eran un barco cuando jugábamos; tras la puerta una percha muy elegante, en ella un bastón colgado, y pegadas a la pared sillas. Esta habitación tenía salida hacia un pequeño balcón, recuerdo que a veces salíamos después de comer y nos daba el sol en la cara, era agradable. ¿Cuántas historias habremos creado en esa habitación? Cuando íbamos cada semana, eras una más. Jugabas e imaginabas con nosotras.

El comedor donde comíamos todos los sábados, mi padre, mi hermana, tú y yo. La cocina era pequeña. El baño también. Y tu habitación era elegante, como tú. Cama alta y amplia, me encantaba dar saltos y saltos sobre ella. Sobre el escritorio una permanente mancha de tinta de cuando se escribía con pluma, libros antiguos y cajones llenos de historias.

Y así era el lugar, un pisito acogedor y único. Allí probablemente habré pasado muchos de los mejores momentos de mi vida. Y es que soy tan igual a ti…

Gracias por darnos tanto y pedir siempre tan poco. Jamás olvidaremos. 



Te quiero.
"El amor es un error dañino, y su complice la esperanza, una ilusión traicionera."
                                                                                        Khaled  Hosseini




26 octubre, 2010

Son casi las doce de la noche, estoy cansada, tumbada en mi cama… a mi alrededor hay una montaña interminable de apuntes que jamás se grabarán en mi cabeza, llevo intentándolo todo el día.
Hoy probablemente no dormiré. La noche tendrá sabor a café y a ausencia. Ausencia de conocimiento, de responsabilidad, de ganas, o simplemente ausencia de ti.
A veces siento que me haces mucha falta. Sobretodo en días como el de hoy. 


Manos frías.

24 octubre, 2010

HORAS.

¿Mensaje nocturno?

Anoche leí tu mensaje, me despertó…  Creo que al leerlo sonreí. 
Esta mañana cuando me he despertado pensaba que había sido un sueño y aunque parezca idiota lo primero que he hecho ha sido coger el móvil y comprobarlo, y no, no era un sueño. 
Pero ha sido entonces cuando he sentido una mezcla muy rara de alegría y de pena en mi cuerpo…
Cuanto te echo de menos yo también. No puedes ni imaginarlo, me da rabia sentir este sentimiento de añoranza por una persona a la que apenas he visto… 
Pero también tengo que decirte que aunque a veces me cueste aceptarlo, creo en ti.
Yo tampoco sé que vamos a hacer para conseguirlo… y es que existe la frontera entre siempre y jamás. 

14 octubre, 2010

Comprobar que solo son formas de aprender a volar…
Tan solo canalizar este sentimiento inerte.
Ver que mi mente no responde si estas aquí,
sentirme tan llena y vacia a la vez,
no poder explicarlo,
no poder asimilarlo.

07 octubre, 2010

.

Hoy no dejo de buscar algo que no se bien lo que es.

Ya no sé si quiero o no conocerte, todo por los condicionantes negativos que nos rodean, ¿por qué? 
¿Por qué nunca puede darse ese momento perfecto en el que empezar algo?
Pueden ocurrir muchas cosas, ¿Cómo no? 
Todo puede cambiar. Sólo tenemos que querer cambiarlo.
Pero ahora ni siquiera sé si quiero. ¿Luchar por algo que nunca va a llegar?
No hay solución. Resulta tan denigrante por mi parte querer creer lo contrario.
No queremos forzar nada pero si algo tengo claro es que así jamás avanzaremos.
Supongo que esto es un "hasta luego" o un "ahora vuelvo", pero debemos recordar que siempre hay una posibilidad de cambiar el rumbo.


04 octubre, 2010

COMO DOS LEONES.

Después de un día un tanto especial y duro, te encontraba en un pasillo con cara de cansado, me miraste y te miré, entonces ya no importaba nada de lo que nos rodeaba. Me cogiste con toda tu energía y me empezaste a morder la oreja y a besarme todo el cuerpo, comenzaste a quitarme la ropa y a lanzarla sin importar a donde podía caer, dándonos golpes de pasión por la casa conseguimos por fin meternos en el baño, cerramos la puerta, entonces ya nada nos podía frenar, recuerdo que ni siquiera me diste tiempo a cerrar con pestillo la puerta, eras un león… Desapareció la ropa de nuestros cuerpos en cuestión de segundos y tu empezaste a buscarme, todo sin nada y nada por todo. Disfrutábamos. Abrimos el grifo de la bañera sin que nuestros cuerpos se separaran ni un solo centímetro, el agua empezó a salir con fuerza, nos metimos dentro, mi pelo se mojó, nuestros labios se humedecieron más, y nuestros cuerpos se estremecieron, volviste a arrastrarme hacia ti, hacia tu tenso cuerpo, te movías muy rápido, notaba que mi respiración estaba muy acelerada, me besaste el cuello y susurraste, yo giré rápido la cabeza y todo nuestro alrededor quedó salpicado con el agua que mi pelo soltaba. Esta vez de pie solo nos preocupamos de que el agua callera directamente sobre nosotros y que nuestra sonrisa no desapareciera jamás, nuestras manos se encargaban de apretar nuestros cuerpos para que jamás dejaran de ser uno, cuando todo terminó, tu espalda estaba arañada, mis piernas estaban algo flojas, y mientras no dejábamos de reírnos comenzamos a secarnos y a ponernos algo de ropa, la lucha había terminado. Fuimos como dos leones.

VINALOPOP














IN-CREÍBLE.