21 marzo, 2011

13demarzo.

Mientras estaba con ellos me reía y a pesar de todas las conversaciones que se cruzaban oí una frase. No pude contenerme, lloré, que lágrimas. Todos se abalanzaron hacia mí preguntándome que ocurría. No podía decir nada. No puedo hablar. No merece la pena recordar. Me metí al baño y me quedé mirándome en el espejo con las manos apoyadas en el lavabo, “que ojos tan bonitos”, pensé... 
A pesar de las lágrimas que me caían, del rímel resvalando por mi cara y de mis labios temblando pensé: sabes que no merece la pena, él ya no te recuerda. ¿Qué pasa Tatiana?, eso mismo me pregunto yo.

Hola primavera.

20 marzo, 2011

VIVIR EN LA VERDAD.

Ésta es la fórmula que utiliza Kafka en su diario o en alguna carta. Franz ya no recuerda dónde. Aquella fórmula le llamó la atención. ¿Qué es eso de vivir en la verdad? La definición negativa es sencilla: significa no mentir, no ocultarse, no mantener nada en secreto. Desde que conoció a Sabina, Franz vive en la mentira. Le habla a su mujer de un congreso en Amsterdam y de unas conferencias en Madrid que jamás han tenido lugar y le da miedo ir con Sabina por la calle en Ginebra. Le divierte mentir y esconderse, precisamente porque no lo ha hecho nunca. Se siente agradablemente excitado, como un buen alumno que hubiera decidido hacer novillos por una vez en su vida.
Para Sabina, vivir en la verdad, no mentirse a sí mismo, ni mentir a los demás, sólo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en el público, eso es vivir en la mentira. Sabina desprecia la literatura en la que los autores delatan todas sus intimidades y las de sus amigos. La persona que pierde su intimidad, lo pierde todo, piensa Sabina. Y la persona que se priva de ella voluntariamente, es un monstruo. Por eso Sabina no sufre por tener que ocultar su amor. Al contrario, sólo así puede “vivir en la verdad”.
Por el contrario, Franz está seguro de que la división de la vida en una esfera privada y otra pública es la fuente de toda mentira: el hombre es de una manera en su intimidad y de otra en público. “Vivir en la verdad” significa para él suprimir la barrera entre lo privado y lo público. Le agrada citar la frase de André Breton acerca de que le gustaría vivir “en una casa de cristal” en la que nada sea secreto y en la que todos puedan verlo.

Milan Kundera- La insoportable levedad del ser.

01 marzo, 2011

1999.

Donde diablos estés. Por fin me atreví a resumir aquel año. Cuando queríamos romper ventanas... y lo hacíamos. Donde diablos estés. Si lo escuchas. No te lo tomes a mal. Todo está pasado por el filtro del tiempo y mi imaginación tramposa. Si te preguntas "¿se ha atrevido a hablar de él y de mí?" observa la cifra y considérate contestada. No incluyo nombres en ningún caso. Únicamente lo sabrás tú , que, en cierta manera, es lo que prentendía. Una broma desde la distancia.1999. El año del supuesto fin del mundo... en cierta manera... sí... el fin de ti y de mí... algo definible como pequeño mundo infranqueable para el resto. Y como extrañas plantas, crecíamos más cuando menos agua y luz existían a nuestro alrededor.¿Cómo podíamos pretender gustar al resto? Nos conocimos sin raíces, andamos un tiempo juntos, sin raíces... en algunos momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigó del otro. Pero, de cualquier manera, ya era demasiado tarde para nosotros. ¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles?
Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir.
Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantaras trempano.