21 septiembre, 2010

Hoy llueve.

¿Cómo no va a llover si he estrenado zapatos nuevos? Siempre me ocurre lo mismo.
Cuando he salido del bus continuaba lloviendo, no he sacado el paraguas, me apetecía mucho sentir el agua sobre mí.
Mi vista se enturbiaba a causa del agua que caía sobre mis gafas, veía el mundo a gotas… no importaba mi pelo liso, no importaba mi móvil mojándose, no importaba mi bolso, ni mi carpeta, ni siquiera estos nuevos zapatos que tanto me gustan, solo quería sentirme libre por unos instantes, no pensar en nada…
Me he empapado y he sonreído… Es muy gratificante disfrutar de aquellas pequeñas cosas que siempre están ahí y nunca valoramos. Ahora vuelvo a dibujar la sonrisa que esbozaste en mi rostro hace justo un mes.
Vuelve.

4 comentarios:

Àngela N. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Àngela N. dijo...

Vaya... ¿quién se moja?.
Autobús, clase, autobús, casa.
Distancia, distancia, distancia.
Aveces te entiendo demasiado.
Te quiero.

Miss Lowins dijo...

Distancia.
Distancia.
Distancia.
Distancia.
Distancia.
Distancia.
Distancia.
Distancia.

ILUSIÓN.
=)

TE QUIERO

Leopoldo dijo...

Ya vives.