19 junio, 2011

Mañana será Lunes.

Nuestros caminos se entrecruzaron y todavía no sabemos muy bien cual fue la razón. Todos nuestros encuentros terminaban antes o después en labios carnosos y húmedos, en abrazos eternos. Y  no podíamos negarlo, porque sentía, claro que sentía, desde luego. Lo pensaba.
Días lluviosos, soleados, nublados, ventosos, pero siempre nuestros. 
Y es que quiero días como aquellos, como los que parece que nunca se marcharon, a pesar de intentar enfriarlos con la distancia más cercana… días de sombreros, de vestidos, de labios rojos, de melena al viento, días de ojos hechizados, de palabras y de sonrisas eternas,  días de piel transparente.

1 comentario:

Àngela N. dijo...

SCHHHHHHHH gatico.