23 mayo, 2011

Hoy voy a dedicar estas líneas a una de las personas más importantes en mi vida, Tamar. Un día alguien nos dijo que entre nosotras existía un algo especial, una compenetración que muy pocas veces se suele dar así a la primera de cambio. Pero sí, me basto un minuto para darme cuenta de cómo eras, unos días para tomarte un especial cariño y un año para quererte como a una hermana. Juntas hemos vivido multitud de situaciones, a ninguna le ha faltado una sonrisa, y es que a veces nos basta una mirada para entendernos. Me comprendes, te comprendo. Siempre estamos cuando más lo necesitamos y eso es algo que no debe cambiar nunca, para bien o para mal. Porque una verdadera amiga da sin pretender recibir nada a cambio, ayuda e intenta aconsejar sobre los pequeños “problemas” que nos rodean. Llevo días diciendo que muchas de las situaciones y locuras que hemos hecho no hubieran sido iguales si no hubieras estado conmigo, y es que hemos compartido momentos muy especiales para nosotras… Momentos en los que lo que más necesitábamos era un abrazo y una sonrisa la una de la otra. Espero que juntas podamos seguir disfrutando de los placeres que nos da la vida, de esta forma tan especial y que nunca olvidemos el valor que posee esta amistad tan pura como la nuestra.

                                                      Te quiero, por y para.

No hay comentarios: