01 marzo, 2011

1999.

Donde diablos estés. Por fin me atreví a resumir aquel año. Cuando queríamos romper ventanas... y lo hacíamos. Donde diablos estés. Si lo escuchas. No te lo tomes a mal. Todo está pasado por el filtro del tiempo y mi imaginación tramposa. Si te preguntas "¿se ha atrevido a hablar de él y de mí?" observa la cifra y considérate contestada. No incluyo nombres en ningún caso. Únicamente lo sabrás tú , que, en cierta manera, es lo que prentendía. Una broma desde la distancia.1999. El año del supuesto fin del mundo... en cierta manera... sí... el fin de ti y de mí... algo definible como pequeño mundo infranqueable para el resto. Y como extrañas plantas, crecíamos más cuando menos agua y luz existían a nuestro alrededor.¿Cómo podíamos pretender gustar al resto? Nos conocimos sin raíces, andamos un tiempo juntos, sin raíces... en algunos momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigó del otro. Pero, de cualquier manera, ya era demasiado tarde para nosotros. ¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles?
Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir.
Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantaras trempano.

2 comentarios:

Mireya dijo...

Lol............ Perfecto

Miss Lowins dijo...

Me encanta.
Encima la frase destacada de: ¿cómo podian asentarse en la tierra dos seres tan volátiles? Me recuerda mucho a mí y por decirlo de algún modo a lo que estoy experimentando en estos días.
Gracias por comentar ^^