03 febrero, 2011

Ojalá este viaje nunca acabara.

No quiero llegar y sentir como me asfixio entre tanta gente que no dejará de preguntarme: ¿qué tal estoy?, ¿qué tal mis exámenes? Y yo tendré que fingir diciendo que estoy muy bien.

Ayer decidí decidir. No te importó nada lo que te dije. Seguro que dormiste muy a gusto sabiendo el peso que te habías quitado de encima. Ni siquiera te molestaste en explicarlo, ese es tu estilo, huir.

Estoy tan cansada de todo esto, sois todos iguales y yo parece que nunca caigo a pesar de saberlo, será que me gusta sentirme así mientras que a mí alrededor todo transcurre con total normalidad.

Debería pasar de ti. Olvidarte. Pero hoy he soñado contigo… Y qué dulce eras...
Adiós caparazón. Pero se ve que te gusta la vida de las tortugas.

Escucho “The Kooks” para ver si me animo un poco.

No hay comentarios: