30 diciembre, 2012

Escuchar de fondo este final de historia. Hoy es más domingo que nunca.


Querida Catherine: Mi vida empezó al conocerte, y pensé que había acabado cuando no pude salvarte. Me aferraba a tu recuerdo para mantenernos  vivos a ambos. Pero me equivocaba. Una mujer, Theresa, me enseñó que si era valiente y abría mi corazón podría amar otra vez, por muy mal que estuviera. Me hizo  ver que sólo estaba vivo a medias. Aquello me asustó y me dolió. No sabía cuánto la necesitaba hasta la noche en  que la vi irse.
Cuando el avión despegó, sentí que algo se rompía dentro. Y lo supe.
Debí impedírselo. Debí  seguirla a su casa. Mañana navegaré hasta la punta del  viento y me despediré de ti.
Luego iré a buscar a esa mujer e intentaré ganarme su corazón. 
Si puedo, sé que me bendecirás  a mí y a todos. Si no puedo, me sentiré dichoso por haber tenido la suerte de amar dos veces. Ella me dio eso. Y si te digo que la amo tanto como te amé a ti entonces lo entenderás todo.

Descansa en paz, amor mío. Garret.

Un mensaje en la botella.

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