08 junio, 2012


Fuera se derretía el infierno
Dentro apretábamos las manos con todas nuestras fuerzas, sin mañana.
Escuchaba un motor, un ruido que se clavaba en mis sienes, algo iba a estallar. ¿Las manos? ¿El motor? ¿Las venas? 
Una luz hizo que siguiéramos el camino, era verde, pero ya daba igual.



No hay comentarios: