Si me diste la espalda,
justo cuando te necesité,
ahora no tiene importancia,
ahora existen mil demonios
ocupando tu lugar.
Que algunas cosas nunca cambian
y otras tienen que cambiar,
para hacernos sitio
que podamos respirar.
No siento en la vida nada más,
que estar hecho de un solo metal
y que tú estés hecha de tantos metales,
no lamento nada más,
que no poder estar contigo,
qué es donde querría estar
y ahora quiero
perderte y no encontrarte nunca más.
Sale el sol y da contra el cristal.
Y si no quebranta el vidrio
¿Qué coño va a quebrantar?
Si volvemos a vernos,
algún día por casualidad,
no podrás decir que yo no lo intenté,
que me dejé la piel y la cabeza,
intentando resolver
el enigma
que impide que te pueda comprender
que se interpone
entre nosotros como una pared.
Si nos vemos de nuevo…
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